sábado, 10 de outubro de 2020

GONZALO DE BERCEO (1200 - 1250)

 

Gonzalo de Berceo (Berceo, c. 1198 - antes de 1264) fue un poeta medieval nacido en Berceo (La Rioja), uno de los máximos representantes del mester de clerecía. Profesó como monje en el monasterio de San Millán de la Cogolla.

 

Biografía

 

Si queredes saber quién fizo esti dictado, / Gonçalvo de Berceo es por nombre clamado, / natural de Madrid, en San Millán criado, / del abad Juan Sánchez notario por nombrado.

 

Esto lo confirma dos veces el propio Gonzalo de Berceo al comienzo de su Vida de San Millán de la Cogolla (3c, «el barrio de Verceo Madriz li yaz present'» y 19b, «en Verceo fui nado, cerca es de Madriz»). Madrid, en efecto, era una aldea cercana a San Millán de la Cogolla situada en la orilla del río Cárdenas y lindante con el pueblo de Berceo, en la provincia de La Rioja. Por tanto, el riojano Gonzalo de Berceo se educó en el cercano monasterio de San Millán de la Cogolla ("en Sant Millán de Suso, fue de niñez criado") y llegó a ser un clérigo secular que trabajó primero como diácono (1221) y luego como preste o presbítero (1237), maestro de los novicios y, según Brian Dutton, notario en efecto del abad Juan Sánchez (1209-1253), en el citado monasterio de San Millán de la Cogolla. Tuvo un hermano que, como él, era también clérigo. Recibió una educación muy esmerada, pues se formó entre 1222 y 1227 en los recientemente creados estudios generales (un antecedente medieval de las modernas universidades) de Palencia, los primeros que hubo en España y fundados por el obispo don Tello Téllez de Meneses que Berceo nombra en sus obras; allí había cuatro cátedras: teología, derecho canónico, lógica y artes (gramática), por lo que el futuro poeta recibió una formación novedosa y muy superior a la de los otros eclesiásticos de su mismo nivel. Sin embargo, a principios del siglo XIII, el monasterio de San Millán atravesaba un periodo de decadencia de su antiguo esplendor, que el poeta intentó combatir con sus escritos, que fomentaban la devoción, las peregrinaciones y las donaciones en torno a las reliquias de los santos que celebra y que conservaba el monasterio; debió fallecer ya a mediados el siglo XIII, después de 1264.

 

Berceo fue el más importante representante del mester de clerecía. Depuró el idioma castellano, en su variedad dialectal riojana, para lo cual trasvasó numeroso vocabulario desde el latín (cultismos) y recurrió a fórmulas de la literatura oral tradicional y del mester de juglaría. En su trabajo como notario eclesiástico, y con la intención de paliar la decadencia del monasterio, llegó incluso a falsificar documentos para conseguir que los reacios campesinos pagaran sus contribuciones al mismo.

 

Sus obras narrativas y didácticas en verso tratan siempre sobre tema religioso, y están constituidas fundamentalmente por hagiografías, esto es, biografías de los santos, en especial aquellos a los que se rendía culto en los monasterios con los que estuvo vinculado: la Estoria de sennor San Millán, la Vida de Sancta Oria, virgen y La vida del glorioso confesor Santo Domingo de Silos, por ejemplo. Actualmente, su obra más conocida son los Milagros de Nuestra Señora. Otras obras suyas son El duelo que fizo la Virgen María el día de la Pasión de su fijo Jesu Cristo, Del sacrificio de la Misa, De los signos que aparecerán ante del Juicio, el Martiryo de Sant Laurencio, los Loores de Nuestra Señora y tres Himnos, dedicados a Jesús, el Espíritu Santo y la Virgen.

 

No se muestra como un narrador original, ya que traduce ampliando obras escritas anteriormente en latín (amplificatio); su originalidad y carácter artístico debe apreciarse en el tratamiento de los temas, en el estilo, los detalles costumbristas y adaptaciones a la mentalidad medieval y campesina que añade a dichos relatos. Alguna vez que otra deja caer una pincelada de hondo contenido social:

 

Los omnes soberbiosos que roban los mezquinos / que les tuellen los panes e les beben los vinos / andarán mendigando corvos, como onzinos; / cuntirán eso misme a los malos merinos (Los signos del juicio final)

 

El ámbito de creación de su obra es culto, aunque se reviste de una apariencia popular y utiliza elementos tradicionales; la estrofa que emplea para la versificación es la cuaderna vía o tetrástrofo monorrimo: cuatro versos alejandrinos o de catorce sílabas separados cada uno en dos mitades de siete sílabas por una cesura que coincide con final de palabra y grupo fónico, impidiendo toda sinalefa, y con una única rima consonante en todos sus versos.

 

Se nos han conservado sus doce obras a través de copias dieciochescas de dos códices, uno desaparecido de hacia 1260, y otro desmembrado de hacia 1325; ambos copiaban a su vez un arquetipo original perdido. Se pueden dividir en tres grupos, a los que habría que añadir un cuarto formado por sus tres Himnos (sus traducciones castellanas del Veni Creator Spiritus, del Ave maris stella y de Christe, qui lux es et dies):1


Obras sobre la Virgen María: Loores de Nuestra Señora, Duelo que fizo la Virgen y Milagros de Nuestra Señora.


Vidas de santos: Vida de San Millán, Vida de Santo Domingo de Silos, Poema de Santa Oria y El martirio de San Lorenzo.


Obras doctrinales: De los signos que aparecen antes del Juicio Final y Del sacrificio de la misa.

 

·        Milagros de Nuestra Señora

Artículo principal: Milagros de Nuestra Señora

 

Las colecciones de milagros marianos aparecieron a lo largo del siglo XI, pero será a partir de los siglos XII y XIII cuando se producirá un considerable aumento de estas colecciones y habrá incluso autores especializados en el mismo, como Gautier de Coincy, Jean Le Marchant, Adgar, Bonvesin de la Riva o Alfonso X el Sabio. Hay de dos tipos: las de los milagros locales, vinculadas a los grandes centros de peregrinación (Laon, Rocamadour, Chartres, etc.), y las generales. Berceo aprovechó una de estas colecciones de milagros generales para componer la suya en un periodo de divulgación de las lenguas románicas y de difusión de las tradiciones marianas. La devoción a María se expandió en el siglo XIII por toda la geografía europea, pues ofrecía una imagen maternal más amable y cercana del cristianismo. Esta visión es la que franciscanos y dominicos propagaron en sus sermones a través de los ejemplos con que los adornaban.

 

El propósito de la obra es claramente mariano: rendir culto a la Virgen, posiblemente Nuestra Señora de Marzo, venerada en el altar mayor del monasterio de San Millán de Suso.

 

La elaboración de la obra fue larga; por una alusión al obispo don Tello (a. 1207-1247) en la estrofa 325, se deduce que el "Milagro XIV" es anterior a la muerte del prelado en 1247. Y como en la estrofa 869 Berceo se refiere a Fernando III como ya fallecido (1252), el "Milagro de la iglesia robada" (último del manuscrito y de tradición local) debió ser redactado durante el reinado del devoto mariano Alfonso X el Sabio.

 

Del manuscrito original X, se hicieron dos copias que hoy conozcamos. F (s.XIV se redescubrió entre 1926 y 1974 en dos partes. Q (s.XIII) se ha perdido, pero de ella derivan dos copias, I y M(que también deriva de F) ambas del s.XVIII.

 

No se podía pedir demasiada originalidad a Berceo en una época en que este estaba creando la lengua literaria culta castellana; los Milagros proceden de un manuscrito latino que versificó probablemente en dialecto riojano. La originalidad de Berceo consiste en dar vida y popularizar el registro eclesiástico que tenía el texto latino, lo que consigue ayudándose de recursos propios de los juglares, tales como hacer un uso abundante del estilo directo, dar ciertas pinceladas humorísticas a lo narrado o hacer pintorescas referencias o comparaciones al mundo rural o la naturaleza. Aunque el cambio más radical sin duda se trata de la versificación de una fuente en prosa. Berceo también se toma licencias con los detalles, complementando pasajes narrativos, inventando motivaciones, incorporando elementos líricos y desarrollando los diálogos.

 

El número de milagros no es casual. Es habitual en las obras medievales una estructura matemática simbólica, casi siempre en torno al número tres o de la Santísima Trinidad, en este caso el 5 también destaca, cifra de la Virgen según la numerología cristiana: 5 X 5 = 25. El manuscrito que utilizó Berceo tenía 28, de los que seleccionó 24 y el poeta añadió uno de tradición local, el de "La iglesia robada".a

 

Los milagros siguen todos la misma estructura de caída y redención: una persona devota de la Virgen se encuentra en peligro y se salva gracias a un milagro mariano. La obra comienza con una introducción alegórica en la que el autor se presenta a sí mismo en una naturaleza idealizada, descanso del hombre, que simboliza las virtudes y perfecciones de la Virgen. A continuación, se suceden veinticinco milagros realizados por la Virgen a favor de personas que sienten una gran devoción por ella. La mayoría de estos personajes pertenecían a la misma clase social que el público que escuchaba los milagros. Al final de cada relato aparece una moraleja o enseñanza para hacer comprender al oyente las ventajas que reporta ser un devoto de la Virgen, al modo como se trataban los exempla en el sermón popular (divisio extra). Se pueden distinguir tres grupos de milagros:

 

  • En los que María premia o castiga a los hombres, como "La casulla de San Ildefonso".
  • En los que la Virgen perdona y logra salvar de la condenación a sus devotos, como "El sacristán impúdico".
  • En los que los personajes sufren una crisis espiritual y María les ayuda a solucionar el conflicto, como "La abadesa encinta".

 

En concreto siguen una estructura que empieza con un Exordio, que no siempre está, dónde Berceo se dirige al espectador. Una narración como lo descrito en el párrafo anterior y una conclusión que tampoco está siempre en la que se deduce que uno ha de ser devoto.

 

a -  Carlos Alvar, José-Carlos Mainer y Rosa Navarro, Breve historia de la literatura española, Madrid: Alianza Editorial, 2014, p. 76.

Sites :

 

·        Gonzalo de Berceo y el euskera

 

Antiguamente, aparte del castellano, se hablaba el euskera en La Rioja. Concretamente, se sabe con seguridad que dicha lengua era utilizada en parte de La Rioja Alta y probablemente también lo fuera en otras localizaciones de la región. Por eso los textos de Gonzalo de Berceo, uno de los primeros escritores en lengua española, se caracterizan por la abundancia de vasquismos en los mismos. En sus escritos aparecen palabras vascas como beldur 'miedo' («don Belur» para referirse al diablo), gabe 'sin' o 'privado de'; çatico, del vascuence zatiko, 'pedacito' o azcona, 'lanza'.3

 

Referencias

1. Carlos Alvar, José-Carlos Mainer y Rosa Navarro, Breve historia de la literatura española, Madrid: Alianza Editorial, 2014, p. 74.

2. David Navarro, "Fervor religioso y antisemitismo en Los Milagros de Nuestra Señora de Gonzalo de Berceo", LEMIR 14 (2010), 302

3. Historia del Euskera

 

Enlaces externos

·   Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Gonzalo de Berceo.

·   Wikisource contiene obras originales de Gonzalo de Berceo.

·   Poesías de Gonzalo de Berceo. Incluye versión inédita y exclusiva de una versificación moderna de la Vida de San Lorenzo por Clemente Canales Toro

·   Vocabulario general de las obras de Gonzalo de Berceo

·   Himno tercero de Gonzalo de Berceo (mp3 descargable). Musicalización e interpretación de Alejandro Roop

·   Biblioteca Gonzalo de Berceo, (obras completas, vocabulario, estudios críticos, fuentes, documentación y glosas)

·   Portal de autor de Gonzalo de Berceo (en www.cervantesvirtual.com)

Nenhum comentário:

Postar um comentário